Colombia ha desarrollado una serie de normas específicas para el avistamiento de ballenas desde 1995. Estas regulaciones buscan proteger tanto a los cetáceos como a los turistas, asegurando que la actividad se realice de manera segura y responsable. Las embarcaciones deben cumplir con los requisitos de la Dirección General Marítima y contar con guías capacitados en el comportamiento y ecosistemas de los mamíferos marinos.

Las guías colombianas establecen distancias mínimas de acercamiento y velocidades adecuadas para diferentes especies, evitando acciones que puedan inducir a los cetáceos a acercarse demasiado a las orillas o separarse de sus crías. Estas medidas son esenciales para garantizar la conservación de los cetáceos y la sostenibilidad del ecoturismo.

Adicionalmente, las regulaciones también incluyen observaciones aéreas, estipulando una altitud mínima de vuelo de 300 metros. La prohibición del uso de plásticos de un solo uso en áreas protegidas y la concientización sobre el comportamiento adecuado de los turistas son claves para la preservación de estos ecosistemas marinos.

por c1861798