En el corazón de los desiertos más áridos de Chile y Perú, los oasis de niebla emergen como bastiones de biodiversidad. Estos ecosistemas se benefician de la niebla costera, permitiendo que la flora y fauna florezcan contra todo pronóstico. Son también un campo de estudio crucial para entender los efectos del cambio climático, ya que podrían indicar cómo las condiciones extremas afectan la vida silvestre. La preservación de estos oasis es fundamental, no solo por su rareza sino por el rol que juegan en el mantenimiento de la diversidad genética, esencial para la resiliencia ecológica a largo plazo.

por c1861798