Las praderas marinas están enfrentando una amenaza sin precedentes debido al rápido aumento del nivel del mar, especialmente en el Golfo de México. Estos ecosistemas no solo ofrecen un hogar a una diversidad de especies marinas, sino que también actúan como importantes sumideros de carbono.
A medida que el agua sube, la luz solar necesaria para que el pasto marino prospere disminuye, llevando a una regresión alarmante de estas áreas. Las construcciones costeras y las políticas inadecuadas agravan el problema, limitando la capacidad natural de estos ecosistemas para adaptarse.
Es crucial implementar políticas de protección costera y promover la conciencia sobre la importancia de las praderas marinas. La cooperación local e internacional es esencial para preservar estos ecosistemas que son vitales para luchar contra el calentamiento global.