La electromovilidad ha dejado de ser una mera tendencia para convertirse en una realidad tangible en Chile. La visión del país hacia un futuro donde vehículos eléctricos dominan las carreteras es clara y firme. Estos vehículos, que van desde sencillas bicicletas eléctricas hasta buses y camiones, ofrecen una solución sostenible y amigable con el medio ambiente.
La transición hacia la electricidad como fuente principal de energía vehicular no solo reduce las emisiones de carbono, sino que también se alinea con los objetivos globales de salud ambiental y bienestar ciudadano. La Estrategia Nacional de Transporte Eléctrico de Chile es una prueba de este compromiso.
Este cambio no solo representa una mejora para el medio ambiente, sino que también abre la puerta a innovaciones tecnológicas y oportunidades económicas. Al adoptar la electromovilidad, Chile no solo está cuidando del planeta, sino también impulsando su economía hacia un futuro más verde y sostenible