Desde que vio nacer a su primera tortuga carey, Christina García supo que su destino estaba ligado al mar. Criada en Bélice, se convirtió en bióloga marina y fundó Ya’axché Conservation Trust, una ONG dedicada a la protección de especies y ecosistemas vulnerables.
Gracias a su esfuerzo, muchas comunidades han aprendido a convivir de forma sostenible con la naturaleza. Con el apoyo de Naciones Unidas, su organización promueve proyectos ambientales que benefician tanto a la fauna como a los habitantes de la región.
Su camino no ha sido fácil. Desde muy joven enfrentó el escepticismo de muchos, pero nunca abandonó su misión. Hoy, su legado es una prueba de que la pasión y el compromiso pueden cambiar el destino de un ecosistema entero.
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