La ONU señala una cifra alarmante: 62 millones de toneladas de desechos electrónicos en 2023 y solo el 22% reciclado. Estos residuos no solo afectan al medio ambiente, sino que también representan una amenaza para la salud pública debido a los elementos tóxicos que contienen. Un cambio en la regulación y la implementación de prácticas de reciclaje eficientes son claves para revertir esta tendencia negativa y asegurar un futuro sustentable para todos.